La tumba perdida del "Destructor de Bárbaros" - I
Considerado el primer rey de Pamplona en sentido estricto, con el que se inicia la dinastía Jimena, Sancho Garcés I liderará múltiples campañas militares contra los musulmanes, ampliando un reino en nacimiento. Su muerte accidental, y su tumba oculta, acrecentarán su leyenda; ¿Dónde descansa este destructor de bárbaros desde el siglo X?
Busto de Sancho Garcés I, que alza la mirada a la fortaleza de San Esteban de Deyo, posible lugar de entierro, en la localidad navarra de Villamayor de Monjardín. |
El ascenso a la Corona
Sancho Garcés viene al mundo en el año 875, probablemente en la localidad de Rocaforte, en el seno de una de las familias más poderosas que conforman el Reino de Pamplona, los Jimeno, en este momento liderado por la dinastía Arista.
Este grupo, los Jimeno, extienden su influencia por toda la comarca de Sangüesa, comprendiendo también entre su zona de influencia Liédena, el Monasterio de Leyre, los valles de Aibar y el río Aragón, hasta la actual Valdosella zaragozana.
Hijo de García Jiménez de Pamplona y su segunda esposa, Dadildis de Pallars, será conocido en el mundo musulmán como Sanyu ibn Garsiya al-Bashkunsi (Sancho, hijo de García, el vascón), y desde muy joven ejercerá como caudillo en estos dominios.
Codex Vigilanus, fol 428r (RBME d-I-2) mostrando detalle de los reyes de Pamplona Urraca, Sancho Garcés I y Ramiro - https://rbme.patrimonionacional.es/s/rbme/item/13432#?xywh=-3193%2C-188%2C8601%2C3754 |
Desconocemos con precisión cómo se gesta la toma de Pamplona, pero en el año 905, Sancho ocupará, con ayuda de Alfonso III de Asturias y el conde de Pallars, la capital del reino. Proclamado rey de Pamplona, despojará de derechos a los hijos de Fortún Garcés, el último Arista, quién se retirará al Monasterio de San Salvador de Leyre hasta su muerte, en el año 922.
Recibido con agrado por pamploneses y navarros, este joven enérgico y audaz tomará las riendas del reino de Pamplona con afán de reconquista, liderando la derrota del clan Banu Qasi de Tudela, y ampliando considerablemente las fronteras del reino.
También introducirá innovaciones en la sociedad navarra del siglo X, como la acuñación de moneda propia del reino y la implantación del sistema de tenencias. Reinará durante 20 años, y de su matrimonio con Toda Aznárez nacerán un hijo y cinco hijas, y una dinastía, la Jimena, que reinará en Navarra durante seis generaciones.
Y el descenso a los abismos
El 11 de diciembre del año 925 (También se baraja como fecha el 926), Sancho regresa eufórico, al galope, de su última campaña militar, sin advertir una sima desconocida por la que se precipitará, encontrando la muerte a orillas del Ebro.
Sus enemigos celebrarán su tragedia. El cronista musulmán Ibn Hayyan relataba así el final de este rey pamplonés:
"En este año llegó la noticia de la muerte del tirano Sancho, rey de los vascones, en Pamplona, país enemigo que Dios destruya, tras la crucifixión del cadáver de Sulayman b. 'Umar b. Hafsun, a quien era similar en su perjuicio a los musulmanes y con quien coincidió en el trance mortal. Fue causa de su muerte que, al regresar de una campaña contra una nación enemiga a sus espaldas, victorioso y con botín, al llegar a su país y ver todas las preseas y cautivos que Dios le había otorgado, le entró una petulante euforia en medio de la cual lanzó su caballo al galope, hasta que le llevó a una sima que desconocía, donde se metió desbocado, arrojándolo a su profundidad y haciéndolo caer destrozado: de allí lo sacaron muerto.
Dios lo maldiga, con lo que fue la alegría doble, y la gracia, inmediata"
Se le dará sepultura en el pórtico de la iglesia de San Esteban. ¿El problema?. Existen dos candidatas a tal honor, situadas en las localidades de Villamayor de Monjardín y la villa perdida de Resa.
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