Villa romana de Liédena
En el siglo IV las ciudades ya no son seguras. Las invasiones por parte de tribus germánicas obligan a la aristocracia del Bajo Imperio romano a buscar refugio en sus propiedades rurales, transformando estos centros de producción agrícola en lujosas residencias de carácter permanente.
Detalle del pozo en el patio de acceso a la villa. El material de construcción es la piedra, que se cubre con estuco y se decora con pintura. |
La primera villa romana completamente excavada de España, fue descubierta en 1921, cuando dos agricultores descubren un mosaico durante el ejercicio de sus labores. Las excavaciones darán con dos villas. Una del siglo II d.C., que habría sido destruida durante las invasiones bárbaras, y otra posterior del siglo IV, que se asienta sobre la primera.
Accedemos a ella desde la salida 39 de la autovía del Pirineo (A-21). Esta villa de una hectárea de extensión se alza frente al final de la Foz de Lumbier, y nos permite tener una vista inmejorable del "Puente del Diablo" (Construido a mediados del siglo XVI).
Una época conflictiva
Las invasiones de tribus germánicas en el Imperio tiene su impacto en la configuración de las ciudades. Ahora son más pequeñas y se fortifican para defenderse de las amenazas. Las familias nobles que se instalan en sus villas agrícolas también lo hacen, levantando junto a ellas torres defensivas e incluso, como en este caso, contando con su propia milicia en acuartelamientos integrados en la propia villa. Son habitaciones de 3 x 3,5 metros que también pudieron acoger a los viajeros de la calzada, además de trabajadores, jornaleros y esclavos.
Acuartelamiento de la Villa de Liédena, que contaba con su propio ejército privado. |
Autosuficientes
La explotación de la propiedad producía cereal, vino y aceite como productos principales. Era un centro de producción agrícola que comerciaba con su excedente para aprovisionarse de aquellos bienes que no era capaz de producir por sí mismo. La localización junto a la calzada romana de Caesaraugusta (La actual Zaragoza) y Pompaelo (Pamplona) facilitaría su comercio.
Vistas de la excavación. |
Vistas de la excavación. |
La zona más rústica de la villa estaba dedicada a la producción agrícola, y cuenta con numerosos almacenes para el grano, así como depósitos para la fermentación de uva y almacenaje de aceite y otros productos.
Hospedería
Aquellos viajeros que transitaban la calzada (y que se lo podían permitir) probablemente eran alojados en la zona del estanque. Son habitaciones frente a un estanque de 27 metros con galería porticada y mosaicos geométricos. Estos mosaicos junto con aquellos encontrados en la zona residencial de la familia se encuentran hoy expuestos en el Museo de Navarra (Pamplona).
Estanque frente a las habitaciones que pudieron ser utilizadas como hospedería. |
Detalle de la hospedería frente al estanque. |
La Domus
El propietario y su familia residían en la zona noble del complejo, a la que se accedía a través de un pasillo desde el estanque. Esta domus se organiza alrededor de un peristylium, o pórtico con columnas en cuyo centro se sitúa un jardín privado y un pozo.
Detalle del pozo situado en el patio central porticado (Peristylium) y en torno al cual se organizaban las dependencias de la domus, dónde residían el señor de la villa junto con su familia. |
Detalle del patio interior. Pueden verse el nacimiento de las columnas que sostenían el tejado de la galería que articulaba la vivienda privada del dominus. |
Reconstrucción visible en los paneles informativos del yacimiento. |
Contaba con sus propias termas, separadas de las públicas, praefunium (Horno que calentaba el agua y las estancias) y ricos mosaicos como el dedicado al Dios Baco (Dios del vino) y que habría sido destruido de forma intencionada por representar dioses paganos durante el auge del cristianismo, en los siglos IV y V.
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